lunes, 21 de marzo de 2011

ECUADOR NO ES UNA "ISLA DE PAZ" PORQUE NO QUEREMOS QUE LO SEA

Nissan y su solidaridad con Japón 
Estoy seguro que muchos de mis lectores no estarán de acuerdo con que en Ecuador vivimos con cierto grado de tranquilidad. Es completamente cierto que la "isla de paz" de la que hablaba hace más de 10 años en su programa de televisión el ahora ministro de Turismo Freddy Ehlers, ya no es ni la sombra de lo que en algun momento fue. Sin embago, somos un país afortunado de que, por lo menos en la década que pasó, no hayamos entrado en la penosa lotería de los desastres naturales que se han desarrollado a lo largo de la historia de la Tierra, acabando con innumerables cantidades de especies.

Sí, tenemos múltiples inconvenientes con nuestros gobiernos y con nosotros mismos, con nuestra lamentable indisciplina que ni siquiera nos esforzamos por ocultar en la cotidianidad, pero vamos, no quisiera imaginarme el momento que, por mala fortuna, ingresemos en ese terrible juego de desastre y desolación que de vez en cuando lleva a cabo la naturaleza.

Ecuador no es más una "isla de paz", pero no porque vivamos amenazados por terremotos o contínuos desastres naturales, sino porque simplemente jamás los hemos experimentado. Japón es un excelente ejemplo de una población acostumbrada a que le hagan la vida imposible, no solo los seres humanos, sino incluso la misma Tierra. A pesar de ello, la comunidad internacional coincide en que a mediano plazo el país será reconstruido, a diferencia de lo que podría decir si es que, Dios no lo permita jamás, nos ocurriera la mitad de lo que seres humanos ubicados al otro lado del planeta sufren mientras leemos estas líneas.


La opinión pública, un animalito inquieto

El Tommy, ejemplo de animalito inquieto
Haití, Chile y Japón entraron en la lotería del horror y como un animal inquieto, la atención de la opinión pública dejaba de preocuparse por el drama del primero, para luego enfocarse en el segundo y más tarde en el tercero. ¿Quién ha escuchado en las últimas 24 horas de aquel país ubicado en las Antillas donde decenas, cientos de extranjeros (ecuatorianos incluidos) fueron a parar desesperados por brindar ayuda?

Ya ha pasado un año desde que Chile se estremeció por completo con un terremoto de 8,8 grados Richter y poco se habló de ello en las mesas de las familias ecuatorianas a la hora de la cena. Ahora, todas las miradas están puestas en Japón, a pesar de que se sabe que en menos de una década este desastre será solo un mal recuerdo que dejó miles de vacíos en los corazones de este pujante pueblo.

Cruel, pero es verdad y quizá sea una comparación fuera de lugar, pero el desvío de atención por parte de  los medios y del común de los mortales solo puede compararse con el Tommy, mi perro. Otro animalito inquieto al que se le lanza la pelota de tenis y corre a atraparla dejando de lado todo lo que estaba haciendo en ese momento. 

Los países que han caído en desgracia no deben ser olvidados por la comunidad internacional, las ONG´s, los medios de comunicación y los habitantes de la Tierra en general, porque simplemente "no hay derecho", como dicen los mexicanos que en 1985 sufrieron el drama de perder 7 mil conciudadanos por un terrible terremoto.

  

2 comentarios:

ChupeteDeBrea dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ChupeteDeBrea dijo...

Debemos tomar medidas urgentes. Ya que no es una lotería esto de los desastres naturales es una listo y como dicen aquí: "Dios no quiera y nos toque ya a nosotros"