lunes, 20 de agosto de 2007

ENTRE LA PARANOIA Y LO PREDECIBLE

Los tiempos cambian pero no la esencia, eso es lo que nos demuestra la película de suspenso adolescente Paranoia, un atrevido remake de La Ventana Indiscreta del maestro del suspenso Alfred Hitchcock con la cuál se embolsó dos Oscares gracias a su sólido guión que narra la aventura de un fotógrafo que, hastiado del encierro obligado en su departamento en espera de que su pierna enyesada se recupere, vigila a sus vecinos de manera casi enfermiza. La acertada dirección de este filme, también obtuvo un galardón de la Academia en 1954.

En Paranoia se propone una historia muy similar a la citada, con la diferencia que ahora la tecnología está de parte del fisgón adolescente que, al comportarse como cualquier joven norteamericano al agredir físicamente a su maestro de secundaria, es confinado a permanecer dentro de su casa acompañado tan solo de sus modernísimos aparatos tecnológicos… como los tiene cualquier chico de ese país.

La historia presenta al voyerista adolescente observando secretamente a los vecinos desde su habitación, hasta que supone que su vecino de junto es un asesino en serie, hecho que lo envuelve en un sin fin de situaciones poco serias dada la gravedad del asunto, junto a su mejor amigo (la nota “cómica”) y la infaltable chica de al lado, mucho menos sexy y despampanante que las que se acostumbra ver en la pantalla grande.

En cierto punto se pretende desorientar al público para que crea que el vecino malo no es el asesino, pero el intento es frustrado ya que el público pensará: si no es un criminal ¿cuál es el chiste?.

La participación de la otrora “Trini” de la multimillonaria Matrix, se ve orillada a la madre de filosofía “dejar hacer, dejar pasar” que se limita a desembolsar incontables cantidades de dinero para entretener y solapar a su pequeño volcán de hormonas, situación que resulta triste para una actriz que, no hace mucho, fue el boom femenino de la impresionante saga.

El desenlace se manifiesta predecible, tipo Jason, aunque no podemos negar que se vuelve desesperante cuando en el momento más álgido de la trama, la supuesta heroína, es decir, la chica de al lado desaparece misteriosamente de la película y deja solo a su amado a merced del vecino malo. ¿Falla de guión o intento de suspenso?.

El final feliz resulta repulsivo ya que, se muestra a la familia y amigos celebrando la muerte del malo, sin remordimiento por el fallecimiento de las víctimas ni por la del vecino, evitando mostrar las investigaciones que supuestamente se realizaron para esclarecer que mismo pasó con los crímenes y la muerte del antagonista.
Está claro: Paranoia no constará como la mejor película del verano, ni será la sombra de su predecesora, pero sí podría posicionar a su protagonista Shia LaBeouf, a quien vimos en la taquillera Transformers, como una de las nuevas estrellas hollywoodenses.