miércoles, 14 de noviembre de 2007

VÍCTIMAS GLOBALES

Resulta sorprendente la reacción de los medios de comunicación nacionales que repicaron la noticia generada por una agencia extranjera de prensa que se refería al salvaje ataque de una joven “colombiana” menor de edad y perteneciente a un grupo vulnerable de la sociedad, por parte de un joven xenófobo en España.

El espacio brindado a esta información en los noticieros televisados, cuando se especulaba que la víctima era de origen colombiano, fue mínimo en tiempo y profundidad, orillando a esta penosa nota al triste espacio de “información internacional” donde diariamente se comunican muy someramente noticias de cientos y miles de fallecidos en todas partes del globo.

Al momento de verificarse, tardíamente, que la joven agredida era de nacionalidad ecuatoriana y no colombiana como se había mal informado previamente, la actitud de los medios de comunicación ecuatorianos fue radicalmente distinta.

Con base en lo expuesto anteriormente ¿de que globalización hablamos si nos da igual lo que sucede en el país vecino o al otro lado del mundo, llámese Irak o Birmania? ¿Por qué tiene que ser grabada una agresión o cualquier otro acto delictivo para que se le dé importancia y se convierta automáticamente en relevante? ¿Qué sucede con los atentados a los Derechos Humanos que suceden diariamente en nuestro país y por no ser registrados en imágenes pasan desapercibidos?

Gracias a los medios de comunicación y la asombrosa inmediatez con la que, desde la transmisión en vivo de la guerra del Golfo Pésico hace más de diez años, llega la información hasta nuestros hogares, podemos se veedores de los acontecimientos suscitados en todas partes del mundo y dolernos de lo que les sucede a las “víctimas globales” a fin de convertirnos en activistas para que los negros capítulos de violencia producidos en nuestra historia moderna no se repitan.