viernes, 1 de agosto de 2008

De apuro por La Ronda

Para saber más visita: http://www.callelaronda.com/

A días de haberme comprado mi Lumix de Panasonic DMC-FS3, me invitaron a un paseo express e improvisado al barrio La Ronda, cuya serpenteante calle, del mismo nombre, ha sido regenerada por completo devolviendo al Quito actual el aire bohemio del pasado.

"No tenía idea" pensé mientras con cara de gringo despistado dejaba que me guien como a guagua de escuela en paseo de fin de año.

Me dió vergüenza ajena con mis acompañantes por mi ínfimo conocimiento del lugar. "Se supone que soy quiteño" pensé para mis adentros, mientras de cuando en cuando me acordaba de cerrar la boca ante el movimiento nocturno de la estrecha calle empedrada que conecta la av. Maldonado, desde el puente de La Paz, al sur de la ciudad, con la calle Benalcázar en el Centro Histórico.

Pero ¿qué tiene de bueno este sector?

La Ronda es el barrio más emblemático de la ciudad de Quito. Su origen se remonta a la prehispanidad ecuatoriana cuando esra un chaquiñán (sendero) que bajaba desde la chorrera del Pichincha.

La inseguridad y el desorden era la constante en este espacio donde pululaban las trabajadoras sexuales y las cantinas. Ahora, gracias a la intervención del Fondo de Salvamento de la ciudad, este espacio cuenta con más de 20 casas coloniales que en la actualidad ofrecen los más diversos servicios de entretenimiento a sus visitantes.

En esta callejuela encontramos por ejemplo la casa de los Geranios. Ahí, en la entrada de gradas de piedra a las que tomé una foto mientras las luces amarillentas me permitían jugar con las velocidades de mi Lumix.

Luego, en la terraza, un hombre de hablado caribeño se ofreció voluntariamente a tomarme una foto con la virgen de El Panecillo a mis espaldas.

Lo que más llama la atención de La Ronda es el movimiento, alegría y curiosidad de sus visitantes mientras entran salen, conversan, bailan... vibran en La Ronda.

Nos quedamos debiendo a mis acompañantes, una empanada de viento con café, ya que por lo inprovisado de la visita no habíamos sacado dinero ni encontramos cajeros automáticos entre los artistas callejeros, el aroma del canelazo* y la luz de la luna.

Reuniendo algunas monedas, pudimos comprar un par de bebas* (yo escogí una amarilla) y bolitas saltarinas de caucho.

También nos quedamos debiendo una visita más pausada, entrar a todas las casas, escuchar a los tríos de música y conversar con los vendedores de velas decorativas.

Visité La Ronda una noche y espero volver pronto, volveré a visitarla, más predispuesto, más animado y pasando antes por un cajero automático.

*Canelazo.- Bebida preparada con un licor de sabor fuerte llamado ‘puntas’ y mezclado con agua de canela bien caliente. Se acostumbra servirlo en las celebraciones al aire libre de la ciudad.

*Bebas.- Bebidas artificiales de sabores y colores. Su característica principal es que su envase tiene forma de muñeca de plástico transparente. Años atrás era muy característico encontrarlas en los patios de recreo en las escuelas.